El tiempo no se acaba de decidir. Al menos, en algunas zonas de nuestro país. Así que mientras se estabiliza y se decide a ser absolutamente veraniego podemos aprovechar para seguir analizando los recursos de nuestro armario con el fin de optimizar nuestras compras.
En la entrada anterior realizábamos el cambio de temporada y veíamos cómo muchas de las prendas del año pasado todavía eran útiles. También servía para reencontrarnos con otras mucho más antiguas, ya olvidadas y que este verano pueden ser perfectamente llevables. El mejor ejemplo es el vestido floreado. Una prenda que va y viene. Hay temporadas que se convierte en un it y otras en las que se ve absolutamente demodée. Este año, es un imprescindible. Así que veremos cómo rescatar del olvido nuestro antiguo vestido de estampado floral y llevarlo de una manera diferente a como normalmente lo hacíamos.
En este caso, se trata de un vestido de seda, corte babydoll, escote en uve y tirantes finos. El largo, a la rodilla. Habitualmente lo llevábamos así, tal cual. Sin embargo, podemos darle un aire más informal sin perder el chic. Para ello, podemos colocarle una camiseta de algodón y cuello redondo, de color blanco y manga corta. Le añadimos un collar largo, de cuentas de madera en color verde. Lo combinaremos con unas cuñas de esparto, peep toe, como el modelo Deva de Castañer. Un cestito de rafia con un pañuelo grande anudado en una de sus asas es el cierre ideal.
Ir a pasear o a tomar un aperitivo es una disculpa perfecta para arreglarse y lucir magníficas. El estilo lo ponemos nosotras, no el vestido que llevamos.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: una cosa es recuperar un vestido que teníamos olvidado y que nos ha abierto de nuevo el apetito, y otra muy distinta resistirse a tirar esas prendas viejas y ajadas. Está bien que las guardemos porque les tenemos especial cariño. Pero no las saques a la calle.
Si el vestido es muy lentejueloso, recupéralo para la noche. Ya que nunca lo socializarás por muchas chanclas o sandalias cortas que le pongas.
Cuidado con las mezclas de tejidos. Si el vestido es de seda, acompáñalo de otros naturales como las rafias o los algodones. O la piel. Pero evita zapatos de goma, por ejemplo.
Si te gustan los pañuelos elige si llevarlo en la cabeza o en el bolso. Nunca en todas partes.
Lo encontrarás en: el vestido es de Mango. La camiseta, de H&M; y el collar, de Dayaday.