Navidad es igual a exceso. Así que no está de más preparar algo ligero y que además no nos ocupe demasiado tiempo en la cocina. Que aún nos quedan días de comidas copiosas por delante. Por eso, una quiche Lorraine puede ser una buena opción.
Ingredientes
Masa quebrada
100 grs. de bacon o de jamón cocido
Cebolla
2 huevos grandes ó 3 pequeños
1 cucharada de harina de repostería
150 ml. de nata para cocinar
50 ml. de leche
Sal
Pimienta molida
Nuez moscada
Queso gruyére
Preparación
1. Descongelar la masa quebrada.
2. Precalentar el horno a 180ºC. Mientras, picar la cebolla en dados muy pequeños. El bacon o jamón cocido, en tiras.
3. En un molde previamente enharinado (el habitual es de borde rizado, pero vale cualquier otro), extender la masa quebrada. Se pueden recortar los bordes o dejarlos que sobresalgan del molde.
4. Rellenar el interior del molde con pesos o garbanzos, para que la masa quebrada no suba.
5. Hornear a 180ºC durante 20 minutos.
6. En un bol, batir los huevos.
7. Añadir la cucharada de harina de repostería y mezclar hasta que se haya disuelto por completo y quede muy suave.
8. Incorporar la nata y la leche, salpimentar y añadir la nuez moscada. Batir de nuevo.
9. En una sartén con una cucharada de aceite, saltear el bacon o el jamón cocido junto con la cebolla.
10. Cuando estén hechos, incorporar a la mezcla del huevo. Batir bien nuevamente.
11. Retirar los pesos o los garbanzos de la masa quebrada y rellenar con la mezcla, con cuidado para que quede igualada.
12. Rayar el queso o colocarlo en tiras sobre la mezcla.
13. Meter la quiche en el horno, de nuevo a 180ºC unos 40 minutos, hasta que esté horneada.
14. Desmoldar en cuanto se enfríe o servir directamente del molde.
El vino
Un vino tinto es un buen acompañamiento. Por ejemplo, el Pagos del Galir, D.O. Valdeorras que descubrí gracias a mi amiga María. Y que es absolutamente recomendable.