No uso reloj. Hace años que decidí quitármelo. Me encanta verlos, me parecen un complemento precioso y por eso a veces me entran ganas de volver a llevarlo… Por contra, mi marido es un auténtico enamorado de los relojes. Le encantan. Se conoce mil marcas y modelos, con sus características y su historia. Uno de los que más lleva es un Omega Seamaster, de color azul. Su reloj de pedida. Pero ahora está en ese punto de quiero ponerme uno algo más sport. En verano le apetecen más las correas de caucho, los modelos más deportivos.
Y así llegó al Tag Heuer Grand Carrera. Pero claro, una que le quiere hacer un detalle veraniego, decide que eso es demasiado para un capricho de temporada. Por lo que me pongo a buscar.
Entonces doy con un modelo que me parece muy original, que tiene ese punto deportivo, pero que entra totalmente dentro de los límites del capricho. Además, está inspirado en el mundo del póker (que también le encanta). Así que puede que caiga como regalito de porque sí, de esos que no necesitan una razón. Lo he visto aquí, y tienen más relojes para amantes del póker.
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