Las embarazadas por regla general están guapas. No importa que la barriga crezca, que los tobillos crezcan, que el cuerpo en definitiva, crezca. Lo importante es que en realidad hay que comportarse como en la vida sin embarazo: hay que cuidarse y así será más sencillo verse guapa y aceptarse con el nuevo aspecto físico. Lo cierto es que la ropa lo pone más complicado, sobre todo para momentos más especiales como las bodas estando embarazada. Myriam tiene una, y un embarazo avanzado, de 7 meses.
Myriam cuenta que en ese estadío el cuerpo está más pesado. Hay mujeres que retienen más líquidos y se ven menos favorecidas al vestirse. Algunas ideas para estar guapa en una boda podrían ser:
- En primer lugar, si retienes mucho líquido o has ganado mucho peso, siempre colores oscuros. Hay licencia para el negro, pero si no nos apetece, el berenjena, el marino o el verde oscuro son opciones estupendas.
- Si las piernas y sobre todo, los tobillos, los tenemos todavía bien, es mejor aprovechar para enseñarlos. Elegir un vestido a la rodilla dejando esta parte aún “delgada” al aire, ópticamente ayuda a vernos mejor.
- Si pasa todo lo contrario, y estamos más pesadas, podemos elegir tanto un vestido largo como un pantalón negro combinado con una bonita blusa de fiesta.
- Los cortes más adecuados para vestidos son los imperio. De este modo, se marca un límite bajo el pecho. El vestido realiza como una especie de falsa cintura al salir pegado al cuerpo bajo el pecho. Si el vestido es muy túnica podremos parecer enormes sacos.
- Si nos vemos muy grandes, elegir vestidos que superpongan una capa de tela sobre otra, despista. Y es preferible a llevar la barriga muy ceñida, poniéndola demasiado en primer plano.
- El escote palabra de honor suele ser favorecedor. Pero si los brazos están muy gruesos, es mejor decantarse por un halter, que afina visualmente.
- Apostar por los complementos es una muy buena opción. Desviarán la atención a donde preferimos que miren. Así, una cartera de mano bonita, un brazalete, unos grandes pendientes… son fundamentales.
- El maquillaje y el peinado también cuentan. Maquillaje suave (si es necesario, también para disimular las posibles manchas) y un peinado adecuado al nuevo óvalo facial. Si el rostro está muy rellenito, es mejor optar por melenas sueltas o semirrecogidos.
Para elegir, hay opciones como Mit Mat Mamá, Alía en El Corte Inglés, Mama Licious, Olian Maternity… o simplemente elegir un vestido que nos guste, de talla mayor, y arreglarlo adaptándolo al cuerpo.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: megataconazos sólo aptas para los que los aguanten. Si tu problema está en retener líquidos, olvídate de ellos.
No enseñes las piernas si no te apetece ni tampoco vayas de largo si te vas a ver muy bajita o muy ancha. Recurre a los pantalones. Se puede ir perfecta con ellos.
Nada de leggings. Si no te gustan tus piernas buscas otra alternativa. A una boda no se va de leggings. Aunque estés embarazada.
Evita los vestidos túnica. Con las barrigas grandes hacen efecto saco.
Tampoco valen los abullonados o globo. Lo mismo. Es fundamental que marques algo en la parte superior (pecho y especie de cintura).
Tampoco los busques plisados. Los plisados son ideales para los primeros meses de embarazado. Pero ya en el séptimo te harán parecer más grande.
Maquillajes de loba no tienen sentido. Transmitir serenidad es lo que te toca.
Si tienes mucho pecho o el escote muy alto, no te pongas gargantillas o lo acentuarás.
Los recogidos muy pegados a la cabeza te harán parecer más gordita si tienes la cara hinchada.
Elige sedas o rasos de seda, tejidos ligeros. Evita los puntos elásticos, las lycras y similares.
La barriga al aire es indecorosa. Muy Britney Spears.
Lo encontrarás en: el vestido de Natalie Portman es de Viktor&Rolf.