Fin de semana en la nieve, sin esquiar pero con paseos, con la familia. Un plan más que apetecible, con tardes de chimenea y frío fuera. Ésa es la escapada perfecta de la que va a disfrutar M. con su familia. Pero necesita alguna idea para sentirse guapa y no demasiado sport.
Si bien es cierto que no hace falta ir en chándal, también es verdad que el concepto “arreglada” de montaña en invierno es bastante relativo. Todavía recuerdo mi luna de miel en el incipiente invierno argentino perdida por el sur al más puro estilo exploradora patagónica. Pero es lo que toca. Todo lo demás será estar fuera de lugar.
Para que resulte más sencillo, lo mejor será diferenciar entre los looks de interior y los de exterior.
- Para estar dentro, podemos elegir pantalones vaqueros, incluso algún corte más arriesgado estilo baggy o harem. Con jerseys de lana de motivos invernales que tanto vienen y unas botas siempre de suela de goma, con borreguillo visto. O con unos leggings muy gruesos con las botas de aprés-ski + camiseta de algodón + maxi chaqueta gruesa + cuello falso de punto.
- Para estar fuera, aunque no esquiemos, lo mejor será llevar unos pantalones de nieve con las botas de aprés-ski + forro polar + plumífero + guantes. Es fundamental que nos aislemos del frío y sobre todo, que podamos caminar y jugar con comodidad en la nieve sin miedo a mojarnos o enfriarnos.
Los grandes aliados serán las prendas térmicas, como calcetines y camisetas, que nos permitirán vestirnos más o menos guapas cuando estemos dentro, sin tener que estar enfundadas en el pantalón de nieve. Lo ideal es encontrar ese punto intermedio entre el confort y el sentirse femenina sin salirnos de contexto ni pasar frío.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: tacones. De ningún tipo. El que se va a una cabaña a la montaña sabe a lo que va. Así que metas ninguna pieza de tacón, ni siquiera una bota. En todo caso, podría ser admisible una bota de cuña de suela de tocino. Sólo para el interior.
Suelas de cuero. Demasiado frías.
Guantes de lana. Mojaditos al segundo uno. Siempre específicos.
Botas de lluvia. Si hay nieve, es mejor olvidarse de ellas. Se pueden convertir en un arma mortal, además de ser auténticos congeladores. El calzado ha de ser adecuado al medio. Si no encuentras unas botas de aprés-ski, quédate con unas de trekking, que también son válidas.
Mocasines, bailarinas y similares. Síndrome dedos muertos pero ya.
Pieles. El medio montaña es más de parkas y plumíferos.
Cuidado con el bolso. Que sea una pieza informal que precisamente funcione con el total que llevamos.
Todo el día en polar. A ver, es muy calentito. Pero tampoco hace falta enchandalizarse. Hay ropa de nieve preciosa.
Chándal y deportivas para caminar por la nieve. Como que no.
Lo encontrarás en: las botas son de Oysho. El look de la derecha, de Zara.