Ángela tiene una boda. En invierno. Una boda muy especial, en un día además, muy especial. Porque será una boda en la noche de fin de año. Falta todavía mucho. Está aún reciente el que acabamos de vivir para pensar en el que viene, pero para ella será un día muy importante y ya ha comenzado a planificarlo.
El problema de pensarlo con tanta anticipación es que podemos cambiar de idea por aburrirnos de tanto verlo. O que por lo que sea, nuestro cuerpo cambie. En cualquier caso, si queremos aprovechar estas agonizantes rebajas (que en su recta final se ponen más que interesantes) vamos a dejarle alguna propuesta a Ángela.
- Un vestido, corto, en algún color liso. De caída espectacular, de buena calidad. Por ejemplo, en color coral. Combinado con unos guantes largos, de piel, negros. Media tupida negra, con zapatos de ante negros, de tacón alto. Y como accesorio, un abrigo de piel, de manga francesa para poder lucir los guantes. Cartera de mano dorada. Por supuesto, el tocado tiene cabida. Con piezas en dorado, algo pequeño, pero especial. Sin plumas, sólo tejido y piezas doradas.
- Pantalones. Una opción con mucho estilo para una boda. Un pantalón negro, en shantung, de cintura alta. Con una blusa de seda en color menta, de escote a la caja y manga abullonada. Guante corto, en color berenjena. Zapato también berenjena. Capelina de piel. Cartera de mano negra. Y tocado en menta y berenjena.
- Un vestido de manga francesa, en dorado. Combinado con media tupida negra. Sandalia negra con detalles en fucsia. Abrigo negro. Y un tocado de red dorada y color fucsia.
Una noche muy especial. Una boda muy especial. Y mucho juego. Así que, fuera miedo y a probar.
No se te ocurra: no es que esté mal, pero un vestido largo la noche de fin de año es demasiado evidente. Mejor decantarnos por el corto.
Chal. Y moño con brillantitos. Es muy de boda. Pero de boda de las de olvidar.
Medias transparentes en invierno. Y mucho menos en un invierno tan invierno como es diciembre.
Sandalias doradas. También demasiado evidentes para esa noche.
Los tocados también tienen clases. Ahora todo el mundo hace tocados. Se ven por todos lados. Pero es difícil encontrar una pieza especial, que te diferencie, que no abuse de los soportes con plumas de faisán enroscadas. Busca. Hay cosas bastante más creativas.
Guantes de punto. Sólo son posibles los de piel. Porque esos de organza y los de rejilla son para cortarse los brazos y así no tener que llevarlos.
Cuidadito con los bolsitos en modo colgando. Esas bomboneritas cutres, no.
Lo encontrarás en: el vestido coral es de Ángel Schlesser. La chaqueta de chinchillas, de Santiago del Palacio. Que adoro como persona, pero que como creador y peletero, idolatro.