Basta con decir Issey Miyake para que a nuestra cabeza acudan imágenes clave: materiales habituales que alcanzan dimensiones nuevas, pureza, simplicidad, un universo etéreo lleno de magia y tranquilidad. Sus creaciones son así, y sus perfumes no iban a ser menos.
Los aromas de Issey Miyake son fieles a una filosofía. Así, A Scent by Issey Miyake, su nueva creación, es el vacío lleno. Un perfume sencillo, fresco, verde, que parte de lo más elemental de la naturaleza pero que al mismo tiempo contiene en sí mismo toda la belleza femenina, un soplo de vida y de aire fresco, la sensualidad de un jardín de verbena y jazmín.
El protagonista es el maravilloso olor: verde, aire. De hecho, el frasco que lo contiene es un ejercicio de papel principal cedido: lo que vemos es el líquido fresco, transparente, sin nada que lo interrumpa ya que hasta el logotipo ha sido tallado en el vidrio. Sin adornos. Una respuesta más a la frase de cabecera de Miyake: “Siempre creo a partir de la idea más simple, de la idea esencial”.
Sólo queda que lo probéis. Yo lo he hecho y me ha cautivado. Si se busca a Issey Miyake en él, no defrauda. OlerA Scent by Issey Miyake es como un paseo por un jardín japonés de exhuberante belleza que termina con una cena en un loft maravillosamente bien decorado de Nueva York. La perfecta armonía entre simplicidad y tendencia. Funciona igualmente bien con vaqueros y camiseta de algodón como con un maravilloso vestido negro, medias de topos y taconazo. De cena o de paseo. Absolutamente camaleónico.
Parafraseando a Baballa, y para todas esas fechas de santos, cumpleaños y aniversarios, el perfume es una maravillosa salida cuando no se sabe qué regalar. Y más cuando lo que regalamos es además un concepto tan completo y elaborado en una auténtica obra de arte de cristal.