Me encantan los cuadernos, las agendas, el papel en general. Puede que sea algo de deformación profesional. No puedo vivir sin una agenda porque además, tengo una memoria con un corto plazo cortísimo y necesito tenerlo todo anotado. Y será por generación, pero a mí me sigue yendo y mucho, lo analógico. Por eso, en esta época empiezo siempre a buscar la que será mi agenda del año siguiente.
Así que cuando Paperblanks me envió esta pequeña maravilla, me emocioné. Una de las agendas de la nueva colección, para el año 2012.
Repujada, con un estampado floral de inspiración oriental que me encanta (este año, con esto del dorado, como no) y cierre por imanes. Trae un bolsillo interior para tarjetas de visita y papelillos varios de esos que también voy dejando por los rincones. Dos señalizadores de raso y un papel precioso, suave al tacto, y además libre de ácidos. Ya que las agendas de Paperblanks están producidas de manera responsable, con papel de bosques de producción controlada.
Este año 2012 encontraremos hasta 40 modelos en 5 tamaños diferentes, con precios desde los 9 euros (aproximadamente). Yo tengo la mía, con su suave papel crema y su preciosa cubierta. Ahora sólo me queda llenarla de cosas buenas.