El espiario: Fashion Freak Festival

Sonriendo. Dos personas que aun con el cansancio acumulado por tanto trabajo, con agendas repletas de entrevistas, ruedas de prensa y detalles que pulir antes del estreno, llegan sonriendo. Es de esperar que si dos personas así le han dado vida, el evento Fashion Freak sea, cuanto menos, mágico.

Fashion Freak Festival es un evento atípico que conjuga moda, danza, música electrónica y creación. Lo ha hecho en Sevilla el pasado sábado día 7, y lo hará en Barcelona (Sala Razzmatazz y Convent de Sant Agustí) desde el día 11 hasta el día 13; para terminar en el Cabaret Sauvage de París. Una idea nueva, un soplo de aire fresco que nace de la mano de Felipe Ibáñez y Virginia Rivero.

Felipe y Virginia. Dos argentinos afincados en Barcelona. Él, diseñador gráfico. Ella, actriz y estilista. Pero bien podrían haber sido paracaidistas o escaladores del Himalaya porque no conocen el miedo. Porque se atreven, porque luchan, porque disfrutan y aman lo que hacen. Porque no se imponen límites. Entre los dos mantienen un equilibrio perfecto y generan una atmósfera agradable, confortable, con el tiempo absolutamente detenido. Y así, y sonriendo, comienza un diálogo con ellos, sentados en los sofás del Hotel Catalonia Giralda (en el que se alojaban). Un diálogo refrescante… al menos en ello se empeñaba la fuente que actuaba como banda sonora.

Una conversación con ellos deja más que clara que se trata de dos visionarios, de dos personas que combaten la normalidad. Ya en el año 2002 proyectan la revista Tela Magazine, la única revista en formato no convencional del mundo (galardonada incluso por ello), que se puede encontrar en muy pocos puntos de venta de nueve países del mundo, o en su web. Con el tiempo, perciben necesidades que no se pueden cambiar solamente con la revista. En ese punto nace Fashion Freak. Fashion Freak Festival es la manera inesperada. Es no hacer las cosas como se supone que se tienen que hacer. Desprenderse de prejuicios, jugar y aprender a potenciar la individualidad, el discurso de cada uno. Interconectarse. El público importa. Pero no como masa, sino como conjunto de individuos que se manifiestan de múltiples maneras. A ellos quieren escuchar. Al YO de cada uno. A los “placeres compartidos” que diría Felipe. O más aún “queremos que la gente deje de ser corderos de Dios, que se dé cuenta de que no son corderos, ni de Dios. Que son de ellos mismos. Que se den cuenta de su propia individualidad y que de este modo, se comprometan”, así lo resume Felipe. Hablan de democratizar la moda, que no es más que romper el actual sistema de acceso a las diferentes opciones creativas. Abrir el abanico de posibilidades con una nueva oferta, más fresca.

Está claro que sin compromiso no puede haber cambios. Y que la moda necesita ese cambio. Necesita romper estructuras. “Desfrivolizarse”. “Cada vez que uno dice que se dedica a alguna actividad relacionada con la moda, percibe cierto rechazo en algunos sectores de la sociedad”. Dignificar el mundo de la moda, las actividades conectadas con ella. “La difusión y promoción independiente, la fusión de las distintas artes que habitualmente están separadas en diferentes espacios”.

Tanto Felipe como Virginia dedican gran parte del año a preparar cada edición del Fashion Freak. Son muchas las horas destinadas a que todo salga bien. Nada es al azar. Los días en los que el evento está en la calle son sólo la cabeza del alfiler. El trabajo que está por detrás es muy intenso y riguroso. Ejemplo de ello es que se esfuerzan en seleccionar minuciosamente a los diseñadores que participan en las pasarelas o en el Freak Democracy. El criterio que siempre siguen es el de la fidelidad del creador para con unos principios, además de que su colección aporte nuevas soluciones a la realidad existente. Los seleccionados pasan a formar parte de una base de datos. A lo largo del año, contactan con ellos para ayudarles a resolver sus necesidades, a construir su identidad como marca, les imparten formación específica y workshops (Escuela Freak), incluirlos en circuitos o promocionar sus colecciones (han conseguido vestir a las presentadoras de Cuatrosfera con prendas de los creadores que impulsan). O la imagen de cada Festival. El leitmotiv de este año es la revolución. El trabajo de producción para la sesión fotográfica ha sido increíble (recomiendo el making of de Hans Hansen) y es el desarrollo de un concepto más que potente…

Una vez que termina la edición comienzan ya a trabajar pensando en la siguiente. Han observado al público, su reacción, cómo ha ido transformándolo todo. “Fashion Freak se genera por demanda, ya que la gente ayuda a construirlo”, afirman. Se irán satisfechos si “el público se apropia de la filosofía de Fashion Freak”, que no es otra que la libertad de pensamiento. Trabajan siempre sin límites. Incluso en momentos en los que se sienten menos respaldados por las instituciones, o en los que son abandonados sin razón por colaboradores o patrocinadores. La fuerza del evento es tal, y las ganas de intentar aportar algo nuevo y diferente, de unir sinergias entre disciplinas para dar ideas, que al final (con pesadillas, dudas y problemas típicos de la organización de un evento de esta envergadura) consiguen que el show continúe. Así que ahora nos toca a nosotros aceptar el desafío y comprobar que todo esto es cierto y acercarnos a disfrutar de su magia, de su entrega, dedicación e imaginación. Quieren hacernos sentir. Sintamos, pues.

Más información: Fashion Freak Festival
No te pierdas su fotonovela.

Si quieres ver las fotos de la entrevista… aquí.

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