En entradas pasadas de El Bellezario ya hablamos de la importancia de las manos y de su cuidado. Pues con las uñas, sucede exactamente igual. Todas las semanas es recomendable limarlas (es más recomendable que cortarlas, pues las daña menos), retirar los padrastros y bajar las cutículas (mucho mejor que arrancarlas). Pequeños actos que podemos realizar en nuestra casa con los instrumentos adecuados.
Las cutículas afean la uña y provocan que al pintarlas queden sumamente feas. Por eso, es importante hidratarlas, y más cuando vamos a realizar la acción de echarlas hacia atrás.
Para ello, Séphora dispone de un bálsamo hidratante para uñas. Una crema que parece mantequilla, super untuosa que si aplicamos en cutículas y alrededor de la uña, provoca que el acto de retirar las pieles indeseadas sea menos agresivo y más efectivo. Huele maravillosamente bien a melocotón y está enriquecido con vitaminas que fortalecen la uña.
Tras haber remojado las uñas en agua tibia, basta con ir aplicando el bálsamo en cada uña, en gran cantidad. Masajear, dejar actuar unos minutos y proceder con las cutículas y demás. Después retiramos el exceso de bálsamo con una toalla. La diferencia se nota.
Lo encontrarás en Séphora. Su precio ronda los 7 euros, y aunque su tamaño es pequeñísimo, cunde durante mucho tiempo.