
Las cutículas afean la uña y provocan que al pintarlas queden sumamente feas. Por eso, es importante hidratarlas, y más cuando vamos a realizar la acción de echarlas hacia atrás.

Tras haber remojado las uñas en agua tibia, basta con ir aplicando el bálsamo en cada uña, en gran cantidad. Masajear, dejar actuar unos minutos y proceder con las cutículas y demás. Después retiramos el exceso de bálsamo con una toalla. La diferencia se nota.
Lo encontrarás en Séphora. Su precio ronda los 7 euros, y aunque su tamaño es pequeñísimo, cunde durante mucho tiempo.


