Pitillo

Pitillo

La clave

El pantalón pitillo es ya un clásico imprescindible en pantalones, también llamados slim. Más o menos tobilleros, pero siempre pegados a la pierna y con tejido elástico. Rara es la española que no tiene un pantalón pitillo (o un muestrario completo de ellos) en el armario.

Si

Para quién sí

· Son muy favorecedores y se adaptan a todas las siluetas. Si dejas el tobillo al aire, aún estilizan más.

No 1

Para quién no

· Si tienes mucho muslo, úsalos siempre y cuando los acompañes de prendas superiores algo más largas y en juego visual de asimetría (por ejemplo, una camisa por fuera más larga que la chaqueta).
· Si tienes las rodillas hacia dentro o muy separadas y no te apetece que se noten, evítalos porque se marcarán más ópticamente.

Cinta

El largo

El largo adecuado es hasta donde empieza el empeine. Independientemente del calzado que le pongas (se acoplan a todo, desde lo más arreglado a lo más informal). Evita dejarlos con innumerables arrugas abajo porque estropearán tu figura visualmente.

Dato El dato

Cuidado con los tejidos. Al ir tan pegados al cuerpo es preferible que no sean demasiado finos. Y si quieres que disimulen defectillos o que levanten tu culete, búscalos en modo push-up.

Lupa

La variante

Los skinny son los más pegados al cuerpo, casi como una segunda piel.

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