Dar una vuelta de vez en cuando por esos fondos de armario perdidos a veces nos trae gratas sorpresas. Y encontramos una prenda que nos saca de un apuro y con la que acertamos de pleno. Luz tiene un vestido verde que quiere rescatar para una boda en el sur.
El vestido de Luz es en tonos verdes, de tirante fino. Lo quiere combinar con una cartera de mano de concha, en dorado. Para complementarlo puede:
- elegir un abrigo de corte kimono en twill, de color verde intenso que resaltará el estampado del vestido y el dorado de la cartera de mano. Cierra el conjunto con unas sandalias de tiras finas también en dorado.
- con una sencilla chaqueta de largo a la cintura y botonadura delantera con solapitas. Manga tres cuartos. En color verde pálido o en salmón, para buscar el efecto dos piezas. Con un collar de pedrería en dorado y alguna piedra de color. Zapatos en salmón independientemente de si la chaqueta es verde o salmón.
Si queremos llevar tocado, podemos decantarnos tanto por una pieza muy sencilla como una diadema, o por algo más sofisticado. Y para las atrevidas, un pequeño sombrerito en color natural con un par de flores quedaría estupendo.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: contrastes de tejidos de formas locas y extrañas. Como por ejemplo, meterle a este conjunto crochet, guipur o encaje variado. Es mortalino de ver.
Un chal le dará un aire “he salido de una foto de los 80” que se cargará tu conjunto.
Ojito a los zapatos: bien experimentar con el color. Mal pasarnos con zapatos que trepan por las piernas, charoles o estampados.
Meterle un cinturón es un terror. Déjalo así, entalladito.
Lo encontrarás en: el abrigo es de Hoss Intropia.
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