¿Cómo me lo pongo?: Marinerito

Que la estética de los años 50 es tendencia no es nada nuevo. Escucharlo es hasta cansino. Pero lo que sí es cierto es que ya era hora de que volvieran a las tiendas y armarios todas esas prendas femeninas, que realzan siluetas y que siempre favorecen. Lola se ha comprado un vestido corte 50 pero se ha atascado. No sabe con qué combinarlo.

El vestido le encanta. Tiene la manga corta, vuelo y un lazo en la cintura. Una pieza con un estilo muy marcado pero que con todo, podremos adaptar a diferentes situaciones. La ventaja es que al ser azul marino, combina con una amplia paleta de colores.

  • Con unos zapatos de cuña, de corte salón, en color topo. Media tupida en azul marino. Abrigo de pelo de conejo (en el color conejo más estándar, el manchado). Maxipulseras en dorado. Y un bolso estilo dr. bag.
  • Con peep toe de tacón alto, color moca. Media tupida en azul marino o del mismo tono que el zapato. Trench del mismo largo que el vestido, ciñendo la cintura con cinturón. Guantes de piel en marino, cortos. Sombrero de fieltro también en moca. Bolso estilo Peek-a-boo de Fendi o Amazona de Loewe.
  • Con zapato de cordones plano tipo jazz, en color gris o en camel. Media tupida azul marino. Levita entallada, con los hombros marcados, también en gris o en camel. Bolso de colgar al hombro, como el Classic Box de Céline.
  • Con un salón de ante negro, media tupida negra. Chaqueta recta, de largo sobre la cintura, también en negro. Guante largo, de piel, negro. Y cartera de mano dorada. Para algo más especial.
  • Con bailarina azul marino. Sin medias. Y combinado con una chaqueta de punto en color coral o naranja, remangada a medio brazo. Bolso o cartera de mano de rafia. Una cinta ancha en el cabello. Ya preparándonos para la primavera.

Con una actitud de niña bien, de señorita. Que el vestido no se presta a canalladas.

Seguid tan guapas.

No se te ocurra: tachuelas. Están muertas. Afortunadamente.
Medias de rejilla ni medias transparentes. La única fantasía que cabe es ponerle unas medias estampadas a las bailarinas. Siempre y cuando al resto del conjunto no le metas demasiado complemento colorín.
Botas altas. Y si son por encima de la rodilla, menos aún. D’artagnan está descansando con las tachuelas.
Pamelas no. Con este vestido no van pero nada.
Los collares y colgantes, con mesura. Los collares babero tampoco quedarán bien porque el escote no es ni a la caja ni redondo escotado. Es un intermedio incómodo que puede provocar que el collar se quede como medio dentro medio fuera del vestido.
El azul marino va con todo, hasta con el negro. Pero cuidadito con los colores superbrillantosos que dan demasiado el cante.

Lo encontrarás en: el vestido de Lola es de Zara. El conjunto de la derecha, de Purificación García.

* La AECC ha querido contar con El Jardín de Lulaila de nuevo. Una propuesta que ha deseado renovar con nosotras, propuesta a la que no nos podíamos negar. Y este año, con novedades. Aparece la colección Tolentina, con piezas para todos los gustos y todas luchando contra el cáncer.

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