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¿Cómo me lo pongo?: Faralaes

Aún nos encontramos en pleno verano. Sin embargo, determinados eventos nos obligan ya a pensar en el otoño, como le sucede a Charo, que tendrá una boda en noviembre. Lucirá este vestido de volantes y escote halter con largo a la rodilla, de color gris. Vamos a ver cómo llevarlo para una boda de otoño.

El gris es un color muy fácilmente combinable, que funciona muy bien con beig, con rojo, con fucsia, con turquesa, con marrón, con violeta, con verde… una larga lista de colores ya que es un tono neutro. Sin embargo, en este caso, por el estilismo que le propondré, lo combinaremos con coral. De este modo:

  • El vestido, que ya tiene riqueza suficiente con los volantes, tendrá que potenciarse con el peinado y complementos que elijamos. Por eso, unos pendientes de lágrimas grandes, en color coral con plata u oro blanco, son perfectos porque además el corte del cuello de vestido lo pide. El cabello lo podremos llevar bien largo recogido simulando una media melena, como en esta imagen de Marta Sánchez. Bien decidirme a recoger el cabello de manera informal con una cinta fina alrededor de la cabeza.
  • Con un maquillaje que marcará los ojos y dejará una piel suave e iluminada.
  • Un anillo grande a juego con los pendientes y una cartera de mano también grande y plana.
  • Los zapatos, un salón de color negro a juego con la media tupida. Al tener que ir ésta en negro, el efecto es más bonito si queda todo uniforme.
  • Un abrigo negro, ligero, del mismo largo que el vestido, de manga francesa, para lucir un guante de piel en gris, midi. De este modo, cartera de mano y pendientes destacarán sobre el conjunto.

Así, al comenzar el banquete, me despojaré del abrigo y los guantes; y pendientes y anillo concentrarán toda la atención.

Besísimos.

No se te ocurra: colorines como el amarillo o el naranja. No van nada por mucho que se lleven los flúor.
Joyas en oro amarillo. Demasiado radical con el gris. Opta mejor por dorado mate: es una opción atrevida que puede funcionar muy bien.
Disfrazarte de años 20 con bandeaux y similares. Es mejor inspirarse, hacerlo de forma sutil que calcar un look Cotton Club.
Zapatos de charol. Si no vas a llevar más complementos y el zapato es de un charol maravilloso, sí. Si es del plastiquismo supino, olvídalo.
Medias de colores. Si es un evento formal que no se te pasen por la cabeza estos experimentos un tanto horterillas.
Bolso de cadenas colgado al hombro. Todo lo que simule un bolso, olvídalo de cabeza.

Lo encontrarás en: el vestido de Charo es de Zara.

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