¿Cómo me lo pongo?: De beige a una boda

En el protocolo de bodas (sea más o menos trasgresor) hay un mandamiento bastante exigente con los colores permitidos para una invitada a una boda. Y es que la novia es la protagonista, es la que manda, por lo que el blanco y similares no son los más recomendables. Tonalidades como el nude o el beige deben ser llevadas con mucha mesura, ya que no sabemos si las usará la novia. El catálogo de nuevas novias es tan amplio como gustos, así que puede ser que ni siquiera decida ir de largo. Por eso debemos respetar y evitar estos tonos. Si sucede que tenemos un vestido beige y queremos usarlo para ir de invitada a una boda, podemos echar mano de algún recurso para salir airosas. Macarena tiene uno de corte lady, sin mangas, que quiere llevar a una boda en septiembre en Sevilla.

Lo ideal es que de buenas a primeras el vestido no se vea en color beige uniforme. Por eso, es muy buena idea buscar una chaqueta en color y preferiblemente estampada. Si además la chaqueta no tiene mangas (en septiembre en Sevilla hará todavía bastante calor) nos permitirá tenerla puesta el mayor tiempo posible (por lo menos hasta el baile) y evitar el efecto “dos novias en una misma boda”.

Colores como el coral favorecerán especialmente a Macarena (de piel morena). La chaqueta de aire étnico combinada con unas sandalias de tiras también en coral y una cartera de mano rígida en madera. Potencia el punto lady del conjunto con un recogido en moño italiano (y si no hace tanto calor, unos guantes cortos en color tostado) y pendientes pegados al lóbulo de la oreja pero en un tamaño medio, que se vea que llevas pendientes. Macarena tiene el pelo corto, así que inspírate en Antonia Dell’Atte.

Otra alternativa es una chaqueta de lentejuelas en tonos metálicos. Las sandalias en el mismo tono metálico que la chaqueta. Y en la mano, una cartera de mano plana, tipo sobre, algo más grande. En color (como un verde agua o un morado, por ejemplo). El pelo (para las que lo tengan largo), más femme fatale, con unas ondas marcadas. Y pendientes largos en el mismo tono que la cartera de mano.



No se te ocurra: con un corte como éste, de cintura marcada pero falda con mucho vuelo, una bomber o similar quedará más que rara. No al efecto pez globo. Si abajo hay volumen, arriba se ciñe.

Ningún tipo de chaqueta que sobrepase la cintura. Territorio comanche.

Una americana. Es que lo veo ya como soso. La americana me gusta descontextualizada: con camiseta, con zapatillas. Pero en rollo formal es que me aburre sobremanera.

A veces no es tanto cuestión de volverse loca buscando la prenda ideal como de que el conjunto sea bueno. Busca un sitio guay en el que te maquillen, por ejemplo. Un maquillaje impecable y un peinado adecuado son a veces los mejores complementos.

Igual que no se recomienda el blanco y sucedáneos para ir de invitada, olvídate de pamelas para bodas de noche.

Ojo alarma pies y sandalias. Impecables, repito, impecables. Aviso a todas las unidades.



Lo encontrarás en: el vestido de Macarena es de Dolores Promesas. La chaqueta, de David Christian Madrid y está aquí.

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