Si la adolescencia de por sí es una edad compleja, más se complica en el momento en el que nos invitan a una boda. Ir de invitada de boda con 15 años puede ser un pequeño quebradero de cabeza: tú te quieres ver de mayor y tu madre a lo mejor sigue viéndote como una niña (bueno, tu madre te verá toda la vida como una niña… aunque tengas 50 años). Sin embargo, pese a lo difícil que parece, se puede brillar tanto como se merece. Vamos a ayudar a Irene a lucir su vestido en una boda.
El vestido de Irene es color champán, de tirante fino, abullonado y de largo a la rodilla. Tiene una flor de adorno que se puede colocar en el cabello. Irene estará más morena en la época en la que llevará el vestido, con todo, vamos a meterle algo más de color:
- Con verde menta o también con verde manzana. Por su color de pelo, es un tono que le irá muy bien y que resaltará sobre el vestido.
- Con rosa fucsia, del mismo modo que el anterior.
- También con azules claros, de la gama de los celestes y el agua.
Los zapatos puede llevarlos de tacón, que seguro que le apetece más que ir de plano. Sin embargo, es importante elegir un tacón adecuado, con una altura media. Es importante respetar ante todo la edad. Por eso, unas sandaliasde tacón medio y cuadrado será la idónea.
Para la Iglesia sí sería recomendado cubrirse los hombros. Lo mejor, será decantarse por una simple chaqueta de punto fino, en el mismo tono que el calzado, con la manga levemente remangada. En cuanto a los complementos, unos pendientes sencillos (del estilo de unos brillantitos o perlas). Sobre el bolso… eso es más particular. En principio, no es necesario que lleve bolso. Lo normal es que no haya usado nunca un bolso de mano y probablemente vaya a sentirse incómoda con él.
Sobre el peinado, quedaría muy bonito un recogido con trenzas: algo informal pero con un punto festivo. El maquillaje, por supuesto muy muy suave. Con una sencilla márcara de pestañas transparente, un poco de rubor y brillo en los labios. La juventud no hace falta maquillarla.
No se te ocurra: combinarlo con negro. Un color demasiado sobrio para una chica tan joven.
Tampoco combinar con colores demasiado agresivos como el azul klein. Mejor tirar hacia tonos más dulces.
Ni los apagados. Tonos como el coral o los rosa palo ofrecen muy poco contraste con el tono champán del vestido. Mejor un término medio.
Plataformas excesivas o taconazos imposibles. Intentar aparentar una edad mayor de la que se tiene es una pena, con lo maravillosa que es esa frescura…
Una americana o chaqueta tipo blazer. Demasiado formal.
Lo encontrarás en: las sandalias son de Zara.
Sigue mi día a día en Twitter. Ésta es mi página de Facebook. Búscame en Instagram como @elestilario. O sígueme en Bloglovin.
¿Conoces “No llores patito”? Echa un vistazo a las propuestas que María y yo tenemos para mamás y bebés con estilo.