La #compraestilaria de esta semana fue precisamente este vestido de tirantes(1), ya que es un básico muy versátil que tanto podemos llevar con tacones, mules, mocasines e incluso con deportivas. Que se adapta a los calores y salta al fresco con un maxi cardigan. Además, lo podemos llevar independientemente de nuestro peso o de nuestra talla de pecho o ancho de brazos: el único truco es que no quede ceñido. Dejar que caiga, que suene ligero. De esa forma, el mix de escote pico y de tejido ligero ayuda a estilizar.
De estos 9 vestidos de tirantes (o slip dress), los podemos encontrar de todos los largos. Yo recomiendo la compra de uno liso porque resulta mucho más versátil y cansa menos. Además, se acopla tanto a momentos más informales como otras ocasiones de vestir. Y para todas las tallas: no es estilo exclusivo de tipazos. Los trucos: un sujetador tipo bralette (da igual si se ve, ese encaje es para enseñar) o una faja. Todo en su sitio para que nos sintamos más seguras.
¿Es para bajitas? Claro. Y da igual que sea corto, largo o midi. Es una cuestión de proporción, nunca de estatura. Ante la duda: evita los largos.
No se te ocurra: tejidos cutres. Cuanto más cutre, más marca, más transparenta, peor quedará. Fíjate siempre en las costuras laterales. Te darán la clave.
Renunciar a ellos por temor al sujetador. Si no te convence el bralette, tira de camiseta de tirantes por debajo.
La fuerza la ponen los complementos: tanto pendientes, colgantes como un kimono de seda por encima si sigues sin sentirte cómoda.
Lo encontrarás en: corto (2), con frunce ideal incluso para embarazadas (3), entallado (4), largo (5), de punto elástico (6), bicolor(7), negro con abertura (8) o midi (9).