Las rebajas son una muy buena época para reponer lo que nos hace falta, para renovar lo gastado. No solo es una época de gasto loco. Al contrario, la oportunidad de los buenos precios hay que convertirla en una oportunidad en positivo. Por eso, renovar el cajón de la lencería es una opción. Estas 8 compras de lencería en rebajas son una idea, pero llévatela siempre a tu terreno.
- Un sujetador en triángulo. Del estilo de los bralettes, tanto en blanco como en negro, son una opción comodísima y maravillosa para el verano, ya que nos permite llevar prendas más escotadas sin miedo a que se nos vea la ropa interior. Éste es de aquí.
- Una enagua. Porque son perfectas para dormir, para llevar bajo un vestido que transparenta un pelín más… en color visón o en negro. De aquí.
- Una enagua en blanco. Porque tener un camisoncito mono siempre es una alegría para una misma. De aquí.
- Un sujetador sin relleno. Sin forma, sencillo, ligero. En algún color como alternativo al negro o nude. Ideal con camisas blancas, que se vea un poquito el encaje. Lo tienes aquí.
- Un top lencero. Porque aunque sea lencero lo puedes llevar con unos vaqueros, con unos short, una bermuda, culottes… Hasta con deportivas. De aquí.
- Un bralette con mucho encaje. Más allá del negro o el blanco, elígelo de color para dejarlo ver. Incluso con pantalones de cintura muy alta y un kimono. De aquí.
- Un sujetador básico. Renueva tu ropa interior de cada día. Ir guapa por dentro es tan importante como por fuera, porque te sube la moral y te convierte en la reina de la pasarela, y te crecen unas alas que ni las de Victoria Secret. De aquí.
- Un sujetador con la espalda bonita. Para que se transparente con las blusas de seda o con los vestidos. Deja que tu ropa interior tenga también presencia fuera. De aquí.
No se te ocurra: olvidarte del cajón de la ropa interior. Renuévala porque es tan importante como la exterior. Porque te reafirma, te rotundiza. Porque te la compras para ti, no pienses en nadie más que en ti.
Como con el armario, no es necesario que tengas más prendas que días tiene el año. No acumules.
Ten siempre lo que te gusta. Liso, de encaje, de dibujos, estampados… es tu ropa interior. No renuncies a lo que encanta. Si buscas mi opinión: como en todo, mesura.
Cuando cambias de peso la ropa interior también sufre. Así que tienes que renovarla como tendrías que hacer con el resto de prendas.
Lo encontrarás en: en cada punto, su link.