La semana pasada se desató la polémica del terror con la #compraestilaria, que fueron unas chunky sneakers con pelo en el tobillo (3), porque son feas. Lo innegable es que lo son, pero que de feas, se convierten en bonitas. Un rechazo amoroso. Algo así. Es cierto que son un concepto nuevo, distinto, exagerado, que de buenas a primeras horroriza. Como horrorizaron los botines y botas blancas pero que tal y como vaticiné, están los escaparates llenos de ellos. Eso sí: no las uséis si no os gustan. Pero no las demonicéis porque los caminos de la moda son inexcrutables (también tuve que escuchar barbaridades por recomendar las botas y botines cowboy y ahí están, copando calles y escaparates). Dicho esto, mi selección de 8 zapatillas mostrencas que quizás te horripilen o quizás te gusten. Te atrevas ya con ellas o no, aquí va mi selección:
- Las de aire bota de trabajo (1).
- Las de rollo Spice Girl (2) muy deportivas.
- Las de suela llamativa (4), ya que puedes elegir unas menos exageradas pero con una suela más brutota.
- Las que son perfectas para caderas más anchas o pies más grandes porque son menos exageradas. Un punto intermedio sin irse al extremo pero acoplables a estilos más clásicos y siluetas más voluminosas. Pueden ser estas (5), estas en color neutro (6), las que llevan print (7) o las de mezcla de materiales(8).
No se te ocurra: llevarlas con todo. Encajan con determinadas cosas, piden pantalones tobilleros, slouchy, paper bag al tobillo, culottes, vestidos… pero no un vaquero de corte clásico ni tampoco unos de pata de elefante.
Limitarte. Si te gustan, pruébatelas. Si te dan curiosidad, pruébatelas. Pero no des por hecho que no son para ti. En esto es como en los programas del corazón: hay que aportar evidencias.
Gastarte una millonada en unas si no estás segura o sin son un capricho pasajero. Empieza siempre por modelos muy monos y aparentes pero de precio razonable.
Lo encontrarás en: en cada punto, su link.