Si echas un vistazo a tu armario y tienes incontables chaquetas de punto básicas, de esas de punto liso, no muy gruesas, que son un vale para todo: entonces este post te interesa. Porque si no puedes vivir sin una prenda de abrigo encima de tu ser, estas 6 opciones para sustituir a la chaquetita de punto de toda la vida pueden ser un nuevo comienzo en la era no anodina de tu armario.
- Una chaqueta de cuello caja y en tweed (1). Resulta cómoda y se adapta a un vestido, a una blusa, a un jersey, a una camisa, a tacones o deportivas.
- Una chaqueta tipo bomber (2). Porque el punto es estupendo y muy versátil. Existe más allá de esas chaquetas aburriditas y sosas.
- Una americana (3). Sí. De punto. Tan cómodo como una chaqueta pero menos sosa. Y también se acopla a la perfección a lo que le pongas.
- Y si no puedes dejar de pensar en chaqueta-de-punto, pues igualmente puedes volar más allá de la sosa. Más cortita (4) que va muy bien incluso con camisas masculinas más largas que ella (y eso estiliza), con caladitos (5) o gordita (6). Caben todas debajo de un abrigo, no son el colmo de gruesas y son mucho más especiales que sus aburridas hermanas.
No se te ocurra: creer que el frío solo se espanta con chaquetitas de punto. Hay también jerséis, hay camisetas térmicas, hay sobrecamisas, hay bombers y mil cosas más allá del punto.
Y si te sigue gustando el punto, pues abre los ojos. Hay infinitas opciones cada temporada más que esas chaquetas repetidas en miles de colores. Ir vestida casi clónica cada día va minando poco a poco la percepción que tienes de ti misma. Mucho más de lo que piensas.
Por supiesto, llevarlas estropeadas o envejecidas. No le echemos ya más leña al fuego que tiene suficiente.
Elegirlas sin pensar en ti. Mírate al espejo. Que no apriete, que no te reciña, que no resalte justo lo que no te apetece enseñar y sobre todo, que contribuya al equilibrio visual. No a destruirlo.
Lo encontrarás en: en cada punto, su link.