Desde hace ya un tiempo que le debo este post a @angelurri, pero las rebajas me han tenido absorbida. Ella preguntaba por ideas para combinar sus leggings de terciopelo. Y en realidad esta prenda se combina con cualquier otra que te tape el culete: un jersey largo, una camisa de cuadros oversize con un cardigan de punto o su opción (y la mía) favorita: una camisa blanca. Aquí también tenía dudas sobre en dónde encontrar camisas blancas y cómo elegir la adecuada. Así que os dejo 6 opciones maravillosas de camisas blancas ideales:
1. La clásica masculina. Ligeramente oversize, como heredada del armario de un hombre. Cuello camisero, puño con botón y con los laterales subidos. Es fantástica con un cardigan, sola, por dentro, por fuera… y en verano sobre unos shorts resulta de lo más estilosa.
2. La de aire nórdico.Esa de cuellos más pequeñitos, larga pero de apariencia minimal. Con algo de vuelo por detrás. Favorecedora incluso con una cazadora de piel dejando que el faldón de la camisa sobresalga por el largo de la cazadora.
3. La diferente.Tener alguna con algún detalle distinto nos permite incorporarla incluso en eventos y momentos de salir. Porque una camisa bonita + unos leggings de terciopelo + unos botines de tacón + un abrigo de pelo y ya estás ready for the battle.
4. La femenina.Con un volante es perfecta para el verano. Ahora en invierno con unos pitillos negros y rotos + una gabardina. Pero en verano es maravillosa con unos pitillos tobilleros y mules planos.
5. La que tiene bolsillo.Sin forma, para llevar siempre por fuera. Con un aire muy Charlotte Gainsbourg. Con una faldita vaquera (la camisa por fuera) y botines cowboy.
6. La clásica. Una típica camisa blanca, de largo estándar, para llevar remangada ligeramente. La que tiene allure.
No se te ocurra: elegirla con elastano. Ni de poliéster, ni de tela crepe. Nada que no sea 100% algodón. Las camisas blancas son de algodón.
No renovarla. Por mucho cariño que le tengas, cuando el algodón pierda apresto, se noten las entretelas de los cuellos o cambie de tono… dile adiós con el corazón.
Llevar camisa blanca es una cuestión de costumbre. No le temas. Ligeramente remangada y llevada sin encorsetar, es de lo más chic que hay. Apuesta por ella más que por camisetas y jerseys de punto.
Llevarla entalladísima. Ya no se lleva AFORTUNADAMENTE. Cuanto más flojita, más mona.