12 vestidos de novia, trucos para elegir tu vestido y #noseteocurra de las bodas

El tema de las novias suele tener demanda. Por un lado, @ana_am1 busca recomendaciones para elegir el mejor vestido para resaltar la silueta, @lulas_lulas quiere ideas de novias diferentes o @errrerojas los no se te ocurra de las bodas. Así que aquí va un post para todas. Y con 12 vestidos de novia diferentes y para gustos menos clásicos.

Antes de nada, que nadie se vea forzada a ir vestida de novia “diferente”. Por muy de moda que esté ahora, si eres un novia clásica: adelante. Serás también una novia diferente, porque es tu día y porque no hay dos iguales. Así que la etiqueta esa en realidad que sirva solo para acotar estilos más alejados de los clásicos. Simplemente eso.

La norma número 1 para elegir tu vestido es muy sencilla: sé fiel a tu estilo. No pretendas ser fulanita o menganita, ni dar el campanazo, ni llevar más metros de cola que nadie… nada que no sea fiel a la imagen que tienes de ti misma. Que nadie (ni tu madre, ni tu hermana, ni tu prima, ni tu amiga, ni tu vecina la del quinto) influyan en tu decisión. Es tu día.

La norma número 2 es que no hay No se te ocurra para las novias (sí para los invitados, pero no para las novias). Son las protagonistas del cotarro, es un it’s my party en toda regla y pueden ir como les venga en gana. Te puede gustar más o menos… pero quien realmente tiene que ir feliz y contenta es la novia en sí.

La norma número 3 es mírate al espejo y sácate el máximo partido. Al igual que con la ropa de calle, determina qué cortes te favorecen más y cuáles menos: si tienes barriguita evita los vestidos ceñidos y apuesta por los drapeados o los imperio; si tienes cadera aléjate de los imperio y apuesta por los princesa (o entallados si eres proporcionada), si tienes los hombros caídos no uses un palabra de honor, si tienes mucha espalda, elige las gasas y mangas caídas, las superposiciones; si tienes mucho pecho, un bonito escote pico con una manga muy cortita o un escote halter para recoger mejor o un escote recto con algo de manga… los mismos consejos que seguirías para comprarte cualquier otro vestido. No hay más truco.

Es importante también que elijas los complementos adecuados. Que no te quedes solo en el vestido. Que decidas si quieres llevar velo o no, si prefieres un tocado, si primero velo y luego tocado, el ramo, los zapatos, la ropa interior (recuerda siempre probarla con el vestido)… hasta las medias. Yo soy de las que vota por novias sin medias y sin liga… pero eso ya a elección de cada una.

Es cierto que el vestido hay que elegirlo en función del cuerpo de cada una, para sacarse el máximo partido. Pero lo mismo pasa con el peinado y el maquillaje. No te dejes en manos del azar. El peinado puede cargarse un vestido maravilloso. Siempre ha de ir acorde a tus rasgos y al estilo del vestido. Una mala elección te echará años encima. Una buena peluquería y una buen maquillaje es mucho más importante que el vestido. No escatimes.

No se te ocurra: las y los invitadas/os no llevarán gafas de sol. Salvo bodas informales y similares, a una boda de protocolo estándar no se llevan gafas de sol (exceptuando temas de salud).

Hombres inventando cosas raras con los trajes. El traje puede ser más o menos moderno. Pero olvídate de los pantalones tobilleros, los zapatos sin calcetines, las camisas negras y demás hombresmujeresyviceversadas de la historia.

Vestirte como si fueras a recoger un Óscar. No entiendo esos modelitos cuajados en pedrería. Con las monerías que hay para invitada, cada vez le veo menos sentido a esas colas de sirena y esos cuerpos de transparencia con brillatitos tan Beyoncé.

Si eres la madrina, eres la madrina. No la novia. La novia es la protagonista. Mantén tu elegancia y tu protagonismo de segundo plano. No vayas a aparecer con un vestido de novia pero en otro color.

Tampoco ir de blanco a una boda. Ni de nude, ni de similares. Eres la invitada, y salvo que la novia te haya indicado que has de ir de blanco, evítalo a toda costa.

Como invitada, presta tanta atención a los complementos como al vestido. Un vestido muy sencillito pero con unos guantes y unos zapatos bonitos ya es todo un acierto.

Sobre las medias… ya sabéis que yo (salvo las de invierno negras) me niego. El único pase es que sean de las que no se notan. Nada. En absoluto. No a las patas de muñeca.

No te entacones por encima de tus posibilidades. Siempre fiel a tu estilo, siempre lo más cómoda. Vas a disfrutar, no a una tortura de pies.

Diviértete. Ríete. No te pases el tiempo más pendiente de tu tocado o de tu vestido o de cómo saldrás en las fotos. Olvídate del móvil, baila, pásatelo bien. Besa a todo el mundo. Es una fiesta, disfrútala.

Ante la duda: siempre discreción. Si no sabes si esas uñas tamaño Florence Griffith son adecuadas, entonces es que no lo son. Si dudas en si el tocado modelo jarrón de Oriente es excesivo, no te lo pongas. Todo lo que te ocasione duda es que no te define y no podrás defenderlo cómodamente. 

Lo encontrarás en: el 1 es de aquí. El 2, de aquí. El 3, de aquí. El 4, de aquí. El 5, de aquí.El 6, de aquí.El 7, de aquí.El 8, de aquí.El 9, de aquí.El 10, de aquí.El 11, de aquí.El 12, de aquí. 

Cásate como más te guste: con un clásico de princesa y una chaqueta de punto, con un mono y una chaqueta de esmoquin, con un dos piezas de pantalón, con una camisa y una falda, con un vestido de encaje caído y una pamela de rafia natural, con un velo y un vestido de crochet, largo, corto, midi, asimétrico… siempre tal y como tú seas y te sientas. 

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